Hoy el hashtag es uno de los principales símbolos de la era digital, no solo en Twitter sino también en Instagram y Facebook. Gracias a su uso podemos saber cuáles son los temas sobre los que la mayoría de la gente está hablando en las redes en un determinado momento.
"Este signo permite identificar ordenaciones lógicas de cierto tipo de mensajes, en base a la presencia de esta señal numeral. Pasó a ser una convocatoria para organizar corrientes de consenso y marcar tendencias de opinión", indicó el doctor en filosofía y semiólogo mexicano Fernando Buen Abad.
Es utilizado tanto en tendencias políticas como en movimientos sociales, protestas y campañas publicitarias. Cuanta más convocatoria tenga un determinado hashtag, más peso tiene ese mensaje.
Su implicancia puede incluso trascender las redes y generar acciones en la vida real, como ocurrió con el movimiento #MeToo en Hollywood, que impulsó cambios en la industria cinematográfica.
Sin embargo, el semiólogo advierte por la existencia de una "saturación en el uso de hashtags" y por el peligro de pensar que solo por compartir una etiqueta, se está cambiando una realidad.
"Grandes corrientes de opinión no necesariamente significan grandes transformaciones sociales. Todavía no hay forma de confirmar que un hashtag, por poderoso que sea, haya logrado traspasar los límites del universo digital para convertirse en una acción política", señaló.