"Nuestro Comité ha decidido suspender el paro cívico de este 21 de agosto y trasladar ese mismo día a una jornada de unidad y solidaridad con el pueblo chiquitano", dijo en conferencia de prensa el líder cívico cruceño, Luis Fernando Camacho.
El paro nacional del venidero 21 de agsoto está convocado por varios comités cívicos, de los cuales el más fuerte es el de Santa Cruz, junto con agrupaciones ciudadanas de oposición y personalidades como los exdefensores del Pueblo Waldo Albarracín y Rolando Villena.
Camacho hizo el anuncio mientras los gobiernos nacional y departamental movilizaban a millares de soldados, policías, técnicos y voluntarios para tratar de contener los incendios forestales que se multiplicaron en la última semana en varios municipios de Santa Cruz.
La Autoridad de Bosques dijo este 19 de agosto que los incendios actuales habían arrasado ya medio millón de hectáreas de bosques secos y pastizales de municipios de la Chiquitanía, al este de la ciudad de Santa Cruz, amenazando con alcanzar "dimensiones y daños sin precedentes".
Añadió que esa organización consideraba la posibilidad de convocar a un gran cabildo o asamblea popular para el 10 de octubre, diez días antes de las elecciones generales, como última acción de rechazo al proceso mediante el cual el presidente Morales, en el poder desde 2006, pretende renovar su mandato.
No había reacciones inmediatas de otros comités cívicos ante la suspensión de la protesta en Santa Cruz.
Entretanto, médicos de los servicios públicos iniciaron este 19 de agosto una huelga por tiempo indefinido que era considerada el punto de partida de una nueva ola de protestas antigubernamentales, aunque en teoría estaba convocada en demanda de reivindicaciones sectoriales.
La ministra de Salud, Gabriela Montaño, calificó como "parcial e injustificada" la huelga de los médicos, asegurando que la mayoría de los hospitales y otros centros médicos operaban con normalidad e invitando a los dirigentes de los galenos a reanudar el diálogo que fue suspendido la semana pasada.
Añadió que el SUS tiene ya más de cinco millones de afiliados, o casi la mitad de la población boliviana, que son los los ciudadanos no cubiertos por los seguros convencionales de salud.