"Cumplimos completamente la hoja de ruta que habíamos preparado con nuestros socios extranjeros, en primer lugar bielorrusos, que preveían medidas técnicas y organizativas para reducir los daños por este incidente", dijo el presidente de la empresa que opera el oleoducto Druzhba, Nikolái Tókarev, en una reunión con el primer ministro, Dmitri Medvédev.
La última semana de abril se suspendió la exportación de petróleo por la tubería Druzhba al detectarse alto contenido de cloruros orgánicos.
El oleoducto se extiende de la ciudad rusa de Samara a la bielorrusa de Mózyr (Mazyr), donde se bifurca en dos ramales: el septentrional, que pasa por Bielorrusia, Polonia y Alemania; y el meridional, que llega a Ucrania, República Checa, Eslovaquia, Hungría y Croacia.
Tókarev indicó que la fase más grave ha sido superada.
"Hoy por hoy se despacha petróleo de calidad a Alemania, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría y una parte de Ucrania, así como a las dos refinerías de Bielorrusia", destacó.
La empresa comenzó el 29 de abril a reanudar paulatinamente la exportación de petróleo por el oleoducto.
El proceso concluyó el 1 de julio conforme a lo programado.
El presidente de la compañía indicó que Transneft actualmente analiza el pago de compensaciones a sus socios.
"Estamos examinando con nuestros socios el monto que debemos pagar para compensar el daño causado", puntualizó.
Por su parte, el primer ministro Dmitri Medvédev llamó a hacer lo posible para que incidentes de este tipo no se repitan.
El jefe de Gobierno remarcó que el problema fue muy grave.
En Rusia continúa la investigación del caso y ya hay una docena de implicados.
Se sospecha que robaron petróleo por un millón de rublos (unos 15.000 dólares) y, para ocultar el delito, inyectaron en las tuberías producto contaminado con cloruros orgánicos.