Los vehículos están aparcados en el área del Centro Deportivo de la Bahía de Shenzhen.
El embajador chino en Londres, Liu Xiaoming, advirtió el 15 de agosto que China "no se quedará de brazos cruzados" si la situación empeora. El diplomático añadió que las autoridades tienen suficientes medios para reprimir los disturbios.
Hong Kong vive desde el 9 de junio una oleada de protestas cuyo detonante fue una controvertida ley de extradición que permitiría entregar a los prófugos de la justicia a Taiwán, Macao y China continental.
Los detractores de esta normativa temen la entrega de disidentes políticos a Pekín.
A mediados de junio, el Gobierno de Hong Kong suspendió la polémica ley, pero se negó a revocarla por completo, por lo que las protestas y los choques entre las fuerzas del orden y los manifestantes continúan.