"Una baja de 45 a 40 horas semanales sin flexibilidad, generará un aumento de 11,1% en el costo laboral de las empresas (...) lo que generaría un efecto negativo de 303.000 empleos", afirmó el Ministerio de Hacienda en un documento difundido por el medio local BíoBío.
Durante todo este tiempo la iniciativa permaneció sin avances en el Congreso, pero hace tres semanas el proyecto comenzó a discutirse y el 24 de julio fue aprobado por la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, quedando ad portas de poder ser discutido y votado por el pleno de la Sala.
La encuestadora Cadem reveló el 6 de agosto que el proyecto de ley cuenta con el apoyo del 73% de los chilenos.
Los parlamentarios que promueven el proyecto han argumentado que Chile es uno de los países donde más horas se trabaja al año en el mundo, y que esta iniciativa busca entre otras cosas, mejorar las condiciones de trabajo de los empleados, su salud mental y el ausentismo laboral por estrés.
Actualmente, el promedio de horas de trabajo al año en los países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, al cual pertenece Chile, es de 1.734 horas al año.
En Chile, el promedio es de 1.941 horas de trabajo al año por persona.