La región del Pacífico Sur es una de las más pobres de Colombia y de las más afectadas por el narcotráfico y los conflictos armados. En este contexto es que surge la Red de Cantadoras, como elemento deocial en sus comunidades y de protesta pacífica, contra los problemas que enfrentan a diario.
Actualmente está conformada por 226 personas, de las cuales la mayoría son mujeres afrocolombianas. En general, ellas cantan y ellos acompañan sus voces con instrumentos de tradición africana como la marimba, el bombo, las maracas y el guasá.
"Estas mujeres le componen a la paz, a la vida, al territorio. Es una forma de resistir que está presente desde las épocas de la esclavitud. Las letras hablan de esa resiliencia", señaló Paola Navia, creadora de la red en la ciudad de Tumaco, que luego se expandió por ocho municipios de la región del Pacífico Sur colombiano.
Pero su influencia va mucho más allá de la música que comparten en fiestas patronales, cívicas y nacionales, así como en iglesias y carnavales. Cada agrupación tiene también escuelas de formación comunitaria en su ciudad con el fin de que los niños "cambien fusiles por libros y tambores".
"En estas escuelas no solamente se enseña a interpretar los cantos y las músicas de marimba. Hay un proceso integral donde se educa para respetar el territorio y recuperar los valores", agregó Navia.
El objetivo es que estos jóvenes peleen por su tierra pero no con las armas sino con un instrumento musical que les ayude a liberar su rabia y tristeza por haber perdido a sus familias en los conflictos armados.
Además de denunciar asuntos como la minería ilegal, la escasez de recursos o la guerra, las Cantadoras del Pacífico Sur le cantan al amor, a las labores cotidianas, a los ríos y a la tierra.