El avistamiento se produjo en aguas californianas a bordo del Monterey Bay Watch. Los turistas a bordo se tuvieron que quedar con la boca abierta cuando el enorme animal emergió de las profundidades para tragar cientos de toneladas de agua y hacerse con un banco de anchoas que se estaban disputando varios lobos marinos.
Fue su día de suerte, porque el animal subió a la superficie de manera vertical en lugar de tragar deslizándose por el agua con la boca abierta. "Las ballenas solo se alimentan así entre el 2% y el 3% de su vida", ha dicho la bióloga propietaria de la embarcación.