El equipo de científicos del centro docente, que forma parte del Proyecto 5-100 del Ministerio ruso de Educación y Ciencia, elaboraron un mecanismo de reciclaje más ecológico de algas de agua dulce, que permite combatir su proliferación y, al mismo tiempo, obtener un biocarburante.
"El biocombustible a partir de algas de agua dulce [...] soluciona los problemas ecológicos: entre otras cosas, tratamos de reducir la emisión de gases de efecto invernadero", dijo Vólkova.
Además, el proyecto es fácil de implementar y no requiere un gran presupuesto, según la científica, mientras sus características lo hacen adecuado para distintas aplicaciones en la industria de la energía.
Los científicos señalan que su trabajo ayudará a obtener un combustible alternativo a la gasolina, el diésel, el carbón y el petróleo, que se podría usar también en la industria automotriz y la producción de antisépticos, pinturas, barnices e incluso cosméticos.
Ahora el equipo pretende obtener una patente de invención, informó Vólkova.