Moscú rechazó "las acciones de la cadena alemana de televisión y radio Deutsche Welle, que expresó un llamamiento directo en las redes sociales a los habitantes de Moscú para que participen en las protestas masivas no autorizadas".
"Semejantes invectivas de los medios contradicen las normas de la ética periodística profesional y representan un intento de interferir en los asuntos internos de Rusia por parte de un grupo mediático alemán", dice el comunicado.
Se señala que "en caso de que se repita esta situación, Rusia se reserva el derecho de responder en el marco de la legislación nacional vigente".
Las manifestaciones ilegales del 27 de julio y el 3 de agosto fueron convocadas por la negativa del comité electoral de la capital de aceptar candidaturas de ciertos políticos independientes a la Duma de Moscú (asamblea legislativa) por no cumplir con el número requerido de firmas.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania había declarado que la detención de manifestantes el 3 de agosto "iba en correspondencia con la naturaleza pacífica de las protestas", y pidió la liberación de los detenidos.
Para los días 10 y 11 de agosto están previstas nuevas protestas, esta vez autorizadas por las autoridades de Moscú tras el acuerdo alcanzado con la oposición.
Cada una de las protestas contará con una participación autorizada de hasta 100.000 personas.