El buque petrolero monocasco Safer fue construido en Japón en 1976 y adquirido por la principal compañía petrolera de Yemen, la Safer Exploration and Offshore Production Company.
Hace cuatro años, con el auge de la guerra civil en Yemen, el petrolero fue abandonado al norte de la ciudad de Hodeida, a siete kilómetros de la costa. Los expertos señalan que el buque puede explotar en cualquier momento. Si esto ocurre, el posible vertido de petróleo puede ser mucho mayor que el acaecido en el golfo de México el 20 de abril de 2010 y cuatro veces más dañino que el del Exxon Valdez, que tiñó de negro las costas de Alaska a finales de marzo de 1989.
Impacto catastrófico
En primer lugar, semejante vertido de petróleo puede tener consecuencias extremadamente devastadoras para la población local. Así, la contaminación de las plantas de desalinización cortará el acceso al agua potable a millones de personas. También un vertido así, a lo largo de la costa de Yemen, Omán y Somalia, complicaría durante mucho tiempo la pesca y otras actividades de la población costera, que ya está al borde de la supervivencia. La situación puede provocar un nuevo conflicto armado en la región debido a la lucha por las necesidades básicas.
En segundo lugar, la destrucción de los ecosistemas marinos afectará a los corales que protegen los mares del calentamiento.
Los arrecifes de coral son sumamente sensibles al petróleo, como lo demuestra su comportamiento después de la Guerra del Golfo, recuerda el director del Instituto para el Cambio Global de la Universidad de Queensland (Australia) y uno de los especialistas más reconocidos en el mundo en el campo de los ecosistemas marinos, el profesor Ove Hoegh-Guldberg. Estos sistemas marinos pueden ser la última barrera para el cambio climático global, agrega el profesor Maoz Fine, de la Universidad Bar Ilan en Ramat Gan (Israel).
Un derrame de crudo de semejante magnitud en el mar Rojo afectará de inmediato a la economía mundial, considera el subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock. El tránsito marítimo a través de este mar es de aproximadamente 5,5 millones de barriles de petróleo al día, y representa entre el 8 y el 10% del comercio mundial. El bloqueo de esta ruta obligará a todos los barcos que viajan de Asia a Europa a pasar no por el canal de Suez, sino alrededor de África.
¿Qué se puede hacer?
Los especialistas tienen a su disposición varias medidas para evitar la catástrofe. La opción más sencilla sería pagar al Gobierno de Yemen, reconocido por la ONU, alrededor de 70 millones de euros —78 millones de dólares—, que es el precio estimado del contenido del Safer. Pero aquí hay un problema mayúsculo: el buque permanece bajo el control de los rebeldes hutíes, que rechazan permitir que los expertos de la ONU lo inspeccionen. Los analistas del Consejo Atlántico no contemplan negociaciones con este grupo.
"La presión mundial coordinada sobre Yemen ni siquiera es una de las opciones, sino la única oportunidad de lograr un resultado positivo y salvar al mundo de otra catástrofe global. Una oportunidad que se ha convertido en una necesidad. Un tema digno de ser considerado en el marco del Consejo de Seguridad de la ONU", comunica el informe.