En agosto de 2014 el presidente ruso, Vladímir Putin, firmó una disposición que prohíbe importar determinados productos y materias primas agrícolas de los países que impusieron sanciones a Rusia: EEUU, los países de la UE, Canadá, Australia y Noruega.
"Me refiero, por ejemplo, a Argentina y Brasil, que aprovecharon la reducción de la presencia italiana en el mercado ruso. Si el embargo se levanta, para Italia no será fácil regresar allí. Esperamos que esto suceda en un futuro cercano", dijo Prandini.
El jefe de Coldiretti considera infundadas las sanciones que la UE impuso a Rusia con el pretexto del conflicto en Ucrania.
La industria agrícola de Italia todavía sufre las consecuencias del embargo ruso "que provocó pérdidas económicas por valor de más de mil millones de euros en cinco años" y puede que haya causado más pérdidas, dijo.
"En todos los niveles de las negociaciones en las que participamos llamamos la atención del Gobierno italiano a que Italia debe comprometerse a nivel europeo para que se produzca un cambio en la política hacia el mercado ruso. De lo contrario, seguiremos dañando nuestra industria, lo que significa empleo, ingresos y crecimiento hoy y en años venideros", resaltó.