"Sabemos de manera segura que esta idea provocativa fue promovida activamente por los países hostiles a las autoridades legítimas de Siria y a nuestros esfuerzos encaminados a erradicar la amenaza terrorista en este país y garantizar su integridad territorial y soberanía", dice el comunicado.
Moscú considera que los intentos de ensombrecer estos esfuerzos y desacreditar a Damasco, sin duda, podrán crear nuevos obstáculos para la solución política a la crisis, subrayó la entidad.
Previamente este 1 de agosto se informó que el secretario general de la ONU decidió establecer una comisión interna para investigar los incidentes que han ocurrido en el noroeste de Siria desde la firma del Memorándum para la estabilización de la situación en la zona de distensión de Idlib entre Rusia y Turquía el 17 de septiembre de 2018.
Se señala que "la investigación cubrirá la destrucción o los daños de las instalaciones incluidas en la lista de desconflicto, así como de aquellas que cuentan con el apoyo de la ONU en la zona".
Por su parte, el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, rechazó todas las acusaciones e instó a los socios a verificar la información antes de formular acusaciones infundadas.
Después de la reunión, representantes de Francia, Estados Unidos, el Reino Unido, Perú, Polonia, Bélgica, República Dominicana, Alemania, Indonesia y Kuwait se reunieron con el secretario general para ver si había algún medio por el cual las propias Naciones Unidas pudieran iniciar una investigación sobre los ataques contra hospitales en Siria.