En las imágenes se muestra cómo los agentes se abrazan antes de empezar a dispararse mutuamente a bocajarro con balas de verdad. De hecho, a lo largo de todo el vídeo se usan únicamente balas de verdad.
Es un entrenamiento extremo y peligroso que los agentes usan para perder cualquier miedo al impacto de las balas. El mismo ejercicio se lleva a cabo en distintas versiones para que los agentes no pierdan la compostura cuando las balas les impacten y sigan siendo precisos.
Posteriormente, los integrantes del FSB disparan contra unos globos atados al lado de las cabezas de unos terroristas. Las balas pasan rozando las cabezas de sus compañeros, pero todas ellas dan en el blanco con precisión absoluta, a pesar de estar en medio de un tiroteo.

Vistos estos entrenamientos, se hace más evidente el extremadamente alto nivel de preparación que tienen los agentes del FSB. Curiosamente, los agentes de la recién creada Fuerza de Operaciones Especiales se someten a unas pruebas igual de rigurosas.