Según los científicos, casi todos ellos vivieron más de 50 años, mientras que la esperanza media de vida en los siglos XII-XIII era inferior a 40 años.
Fueron colocados en tres filas, a la misma distancia entre sí y cubiertos con una losa de aproximadamente 1,5 toneladas de peso. En la mayoría de los sarcófagos había más de un muerto. Sus cuerpos estaban envueltos en corteza de abedul o tela. El material no estaba preservado. En las tumbas no se encontraron objetos de metal, excepto unos pendientes de plata.
Según los expertos, son tumbas de boyardos —nobles terratenientes— de Nóvgorod de los siglos XII-XIII. Los cinco sarcófagos están disponibles para la investigación. El sexto sepulcro está instalado bajo los cimientos de una época posterior, por lo que es difícil investigarlo.
"Son unos sepulcros inusuales, raros, y su naturaleza única no está solo en el hecho de que los sarcófagos prefabricados de piedra sean muy raros —en total, se han descubierto unos 15 sarcófagos en Nóvgorod hasta la fecha—, afirmó Vladímir Sedov, jefe del Departamento de Arquitectura y Arqueología de Nóvgorod.
Según él, se tardaba mucho tiempo en fabricar cada sarcófago, por lo que solo las personas muy ricas podían permitirse una tumba así.
"Todos ellos llevaban un estilo de vida activo, lo que se puede deducir por el gran desgaste de las articulaciones", indicó Irina Reshetova, investigadora del Departamento de Teoría y Metodología de la Academia de Ciencias de Rusia.
Asimismo, la científica está convencida de que los miembros de las familias nobles vivieron al menos 50 años antes de terminar sus días en los sarcófagos.
"La dentadura, muy bien conservada, muestra que estas personas estaban bien alimentadas",
La esperanza media de vida de un hombre medieval era de 35 a 38 años, y en estos sepulcros casi todos los individuos son mayores de 50 años, así que se puede decir que tenían un nivel de vida muy alto, concluyó.