"La vulnerabilidad no es otra cosa que mostrarnos con nuestras limitaciones, pobrezas, errores y partes más sombrías. Esto tiene un poder muy grande para generar un contacto verdadero con los demás", señaló la psicóloga española Miriam Magallón, quien ha estudiado el trabajo de la investigadora estadounidense.
Para ella todos somos frágiles y vulnerables, sin importar nuestra edad, cultura o nacionalidad, por lo que este es uno de los aspectos que nos iguala como seres humanos.
"Vamos por la vida escondiéndonos, poniéndonos máscaras. Simulamos que somos fuertes, que podemos con todo, y nos vamos callando las cosas que nos importan", agregó.
La vergüenza y el miedo al rechazo son los principales motivos por los que la gente no se anima a ser vulnerable. En muchos casos, canalizan su angustia por otros medios como el alcohol, las drogas o los antidepresivos.
La psicóloga española recomienda empezar por mostrar nuestra fragilidad a personas cercanas, con las que nos sintamos cómodos, e irnos abriendo de a poco. También aconseja estar en contacto con niños, a quienes define como los más vulnerables, ya que no tienen filtros para expresar sus emociones.
En resumen, las personas que se animan a ser vulnerables son las más seguras y auténticas y, aunque se expongan a la crítica, también viven con mayor intensidad y disfrute ya que están 'a flor de piel'. También tienden a ser más tolerantes y compasivas con las vulnerabilidades de los demás.