"La Fiscalía General de la Nación, en un trabajo articulado con el Comando General de las Fuerzas Militares y Ejército Nacional, hizo efectiva la captura de cuatro uniformados activos, dos retirados y tres particulares por los delitos de contrato sin cumplimiento de requisitos legales, celebración indebida de contratos y concierto para delinquir", dice el comunicado.
Los hechos tienen relación con procesos de contratación de la Cuarta Brigada del Ejército.
También fueron detenidos el coronel retirado Harold Felipe Páez Roa, excomandante del batallón de servicios de la Cuarta Brigada, y el capitán retirado Guerly Alexander Carrera Arias, que prestaba servicios como contratista, además de los civiles Samir Fernando Garcia Buitrago, Ana Lucía Posada Valencia y Jaime Alberto Ramirez Díaz, también contratistas.
"Los jueces del caso determinarán si alguna medida no lo es, pero en principio ante hechos que considera la Fiscalía son sumamente graves se solicitará una medida de aseguramiento intramural (para todos los investigados)", dijo el fiscal general encargado, Fabio Espitia, en declaraciones publicadas por la página web de la emisora local Caracol Radio.
La investigación continúa y podría haber más detenciones en los próximos días, según Espitia.
"Todos los contratos se habrían firmado entre el año 2015 y el 2017, cuando el que comandaba la Cuarta Brigada era el general Jorge Romero, retirado hace un par de semanas cuando ya se desempeñaba como jefe del Comando de Apoyo Integral y Desarrollo", indicó Blu Radio.
Las audiencias se adelantarán ante un juez de control de garantías de Medellín y los detenidos deberán responder por los delitos de celebración de contratos sin el lleno de los requisitos legales, interés indebido en la celebración de contratos, peculado por apropiación y cohecho.
La Cuarta Brigada del Ejército ya es objeto de otra investigación fiscal por la entrega de permisos para el porte de armas a delincuentes buscados por las autoridades de Medellín.
Entre los años 2002 y 2008 (durante el Gobierno del derechista Álvaro Uribe) brigadas del Ejército en todo el país asesinaron a miles de civiles para reportarlos como guerrilleros caídos en combate, por los cuales los militares recibían ascensos y beneficios.
La revista colombiana Semana reveló poco después que generales del Ejército estaban involucrados en casos de corrupción y que incluso se habría ofrecido un pago millonario a quien revelara las fuentes del diario estadounidense.
El escándalo derivó en el retiro de un general, el inicio de investigaciones a otros dos y el arresto de 12 oficiales.
