Para Gregorio Vidal, profesor investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana en Iztapalapa (ciudad de México) esta "es una de las apuestas sustanciales del nuevo Gobierno".
Para que sea viable, dijo Vidal a Sputnik, tienen que realizarse "una diversidad de acciones en ese terreno que permitan modificar la situación de Pemex", una empresa altamente endeudada y atrasada tecnológicamente, que hace que el país compre la mayor parte del combustible que consume, a pesar de tener reservas propias.
Según lo anunciado en el Plan de Negocios presentado para regir los próximos cinco años de vida de la empresa petrolera —indicó el experto— "se está jugando mucho el nuevo Gobierno".
¿Qué dice el plan de negocios?
Vidal listó para Sputnik los principales elementos contenidos en el nutrido documento de más de 200 páginas que se propone regir los designios de la principal petrolera mexicana.
- El elemento más novedoso es la propuesta de reducción de la tasa del derecho por utilidad compartida, que según Vidal, es en parte responsable del déficit en la operación de la empresa.
- La tasa, que en 2018 fue del 65%, bajará a 58% en 2020 y a 54% en 2021. Según la fuente, el descenso mejorará la situación financiera de la empresa.
El derecho por utilidad compartida es la forma en la que Pemex entrega "una parte notable de sus ingresos a la Administración Federal", explicó Vidal. "Esa contribución ha sido una constante en el operar de Pemex". - Ese porcentaje del 65% representa los recursos a los que se puede aplicar el cobro de ese derecho, que equivale a cerca del 90% del balance primario de la empresa petrolera.
Ahora, ¿cuál es el resultado de esta situación practicada sistemáticamente?
"Que la empresa no tenga condiciones para hacer reinversiones de gran significación", es el principal, explicó Vidal. Entonces, "tiene años operando a partir de la capacidad de extracción que ya tiene, de lo ya descubierto", agregó.
Es por esto que Pemex no tiene proyectos importantes de exploración, ni que le garanticen sus reservas. "Así está operando desde hace muchos años", indicó la fuente.
¿Por qué la situación de Pemex es deficitaria?
Además del mencionado aporte que la empresa ha hecho a las finanzas del Gobierno mexicano, que según Vidal llegó a cubrir el 20% del presupuesto federal, está el problema del endeudamiento.
Vidal explicó que durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto, la deuda neta de la empresa aumentó entre 776.000 millones de pesos (unos 40 millones de dólares) entre 2014 y 2016.
"Ese aumento equivale a la tercera parte de toda la deuda neta que la empresa tenía hasta diciembre de 2018", explicó. "Aunque en esos años no hubo ningún incremento a la inversión", dijo.
La fuente sostuvo que aunque no hay aún información sobre qué sucedió con todo ese dinero, dentro de las explicaciones posibles están la corrupción y la malversación de fondos.
Vidal explicó que una parte de esa deuda, se incrementó para poder enfrentar a la deuda previamente contratada por la empresa.
"Desde el Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) y durante el de Peña Nieto (2012-2018) los resultados financieros de la empresa fueron negativos. Lo llamativo es que el balance primario de la empresa era positivo, es decir, lo que lo desbalanceó durante años fue el pago de derechos e impuestos, como el mencionado derecho por utilidad compartida que ahora se propone reducir", apuntó.
Con la Reforma Energética ocurrida durante el Gobierno de Peña Nieto, cambió el estatus de Pemex, que pasó de ser un organismo público descentralizado a ser una empresa, modificando sus condiciones y reglas de operación.
"En el momento en que se aceptó la participación privada, las condiciones que se aplican a Pemex, no se hacen equiparables a las empresas privadas que entran como nuevos participantes en el mercado mexicano", explicó el profesor.
"Quisiera ver qué empresa privada compromete recursos con las condiciones de Pemex. Ninguna", sostuvo.
¿Qué más está previsto en el plan de negocios para el próximo lustro?
El otro elemento clave que explica la actual crisis de Pemex son las refinerías. A pesar de los constantes anuncios hechos durante la última década sobre la construcción de nuevas instalaciones para refinar el crudo con el que cuenta el país, ninguna se ha concretado.
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) busca construir ahora una nueva refinería en Dos Bocas (Tabasco) aunque los anteriores Gobiernos habían manejado ubicaciones diferentes.
"El Estado ya está proveyendo recursos para esa obra, así como para otra actividad fundamental que es la reconversión de las seis refinerías que existen", dijo Vidal. En efecto, las refinerías existentes funcionan con una tecnología que ha quedado obsoleta, ya que permite refinar crudos ligeros, que México ya no tiene.
"Son obras de reconfiguración completa que tienen que desarrollarse con celeridad para resolver uno de los problemas más graves, que no es de la empresa, sino del país", concluyó.