"México, sin una política migratoria efectiva, se ha sometido a los criterios e imposiciones del gobierno norteamericano aceptando la incoherencia de unir negocios con el derecho y la necesidad de migrar, buscando la oportunidad de una vida mejor", dijo la CEM en una carta pastoral.
Aludiendo al acuerdo migratorio firmado por México con EEUU, para evitar aranceles a los productos exportados al país vecino, los obispos afirman que "tristemente constatamos que esta dignidad como personas e hijos de Dios está siendo vulnerada, pues ha sido cambiada por un plato de lentejas".
El documento dirigido a los obispos, presbíteros, diáconos, agentes de pastoral de "Movilidad Humana" y población católica, abrumadora mayoría en este país, señala que "no se trata solo de migrantes: se trata de nuestra humanidad" como dice el papa Francisco.
Los obispos afirman que son conscientes de la "legítima necesidad" de evitar la imposición de aranceles de EEUU, "pero no en detrimento de la soberanía nacional, la dignidad y el respeto a los derechos humanos de los migrantes, la solidaridad entre los pueblos y el trabajo por el bien común de los países necesitados de apoyo y desarrollo digno".
Los prelados manifestaron varios puntos que les preocupan de la política de migración: la defensa de los derechos humanos, el trato inhumano en las detenciones masivas y la separación de las familias, el terror psicológico que viven migrantes en EEUU y la amenaza de deportaciones masivas, el cambio de la actitud del Gobierno de México y la insistencia de dependencias gubernamentales solicitando información a los albergues.
Por esa razón, la colaboración de los obispos de México y EEUU "manifiestan su deseo de seguir colaborando con todas las iniciativas que permitan encontrar un camino de mayor seguridad y protección de los derechos humanos de quienes emigran, y alzan su voz profética cuando estos derechos son violentados".
Además, afirman que los muros como el que quiere Trump en la frontera no solo se construyen con piedras y ladrillos.
También se construyen "con actitudes negativas como el despliegue de miles de efectivos de la Guardia Nacional en nuestras fronteras como una solución fallida para frenar la migración; un muro no atiende a la raíz y a las verdaderas causas del fenómeno migratorio".
La cancillería mexicana informó que las autoridades migratorias de EEUU constataron una reducción de la cantidad de arrestos de indocumentados, de 3.880 cada día en mayo pasado a 2.652 diarios del 7 de junio al 13 de julio, gracias a los despliegues de la Guardia Nacional mexicana.