Los gobiernos representados en la conferencia "expresaron su preocupación por las actividades que redes de Hizbulá continúan realizando en algunas áreas del Hemisferio Occidental", afirma la declaración conjunta.
México, Uruguay y el Comité Interamericano Contra el Terrorismo (CICTE) asistieron en calidad de observadores.
El Departamento de Estado de EEUU sostuvo el martes que el secretario de Estado, Mike Pompeo, iba a instar a los gobiernos latinoamericanos a firmar un comunicado comprometiéndose a sancionar a organizaciones terroristas y a quienes las financian en el continente.
La declaración también hizo referencia a la presunta responsabilidad de Hizbulá en el atentado terrorista de 1994 contra la organización judía AMIA en Buenos Aires, que causó la muerte de 86 personas.
El Departamento del Tesoro de EEUU declaró el viernes que Salman Raouf Salman, un alto miembro del movimiento Hizbulá, fue añadido a la "lista de nacionales especialmente designados", por su presunto papel en el atentado a la AMIA.
Por su parte, el Departamento de Estado de EEUU informó que en el marco del programa Recompensas para la Justicia se ofrecen siete millones de dólares por información sobre el paradero de Salman.
El presidente argentino Mauricio Macri determinó por decreto que Hizbulá sea considerada por su país como organización terrorista; la Unidad de Información Financiera ordenó el jueves el congelamiento de activos de la milicia libanesa.
Los ministros expresaron mencionaron también a la guerrilla colombiana Ejército de Liberación Nacional (ELN) y a los remanentes de la antigua guerrilla maoísta peruana Sendero Luminoso.
El ELN es una "amenaza a la estabilidad de la región", ya que "perpetra actos de inaceptable violencia y obtiene financiamiento de origen ilícito", dice la declaración que rechaza asimismo las "actividades criminales" de Sendero Luminoso.
Los países enfatizaron en la necesidad de cooperación regional e internacional para prevenir actividades de este tipo y no permitir que grupos terroristas se beneficien de la delincuencia nacional y transnacional.

Una veintena de países americanos condenaron el delito de secuestro como una práctica terrorista, durante la segunda Conferencia Ministerial Hemisférica de Lucha Contra el Terrorismo que se realizó en Buenos Aires.
Los ministros "condenaron el uso del secuestro como medio del terrorismo, sea con fines políticos, religiosos o económicos y expresan su profundo compromiso en el combate para la erradicación de este mal, así como se solidarizan con las víctimas, familias y la sociedad en su conjunto que han sufrido por este despreciable flagelo", dice la declaración conjunta.