Fue un coche bomba cargado con más de 200 kilos de explosivos que estalló frente a la sede de la asociación. Han pasado 25 años, pero Argentina no olvida.
En los 10 años que duró la primera investigación de lo ocurrido no se llegaron a esclarecer elementos clave, como de dónde salieron los explosivos, quién armó el coche bomba, si hubo o no un conductor suicida, quién era y ante quién respondía. Nadie ha sido condenado en relación con el atentado bomba y el caso estuvo plagado de acusaciones de manipulación de pruebas y encubrimientos. Argentina ha acusado a Irán y a Hizbulá del ataque. El país persa siempre ha negado estar involucrado.