21 de febrero de 1934: El asesinato de Augusto César Sandino
Augusto César Sandino es una de las figuras clave en el proceso revolucionario nicaragüense, a pesar de haber sido asesinado incluso antes que comenzara el régimen de Anastasio Somoza.
Nacido de la relación entre hacendado y una cultivadora de café, no tuvo una infancia fácil y en 1921, con 26 años, debió huir de Nicaragua tras un enfrentamiento en el que hirió a un hombre que había insultado a su madre. Trabajó en establecimientos rurales en Honduras y Guatemala y finalmente recaló en empresas petroleras asentadas en México.
Fue en ese país en el que Sandino comenzó a acercarse a los principios de la Revolución Mexicana que había comenzado en 1910, caracterizada por el antiimperialismo y la defensa de trabajadores y campesinos.
A su regreso a Nicaragua, Sandino interviene en la 'Guerra Constitucionalista' (1926-1927) luchando contra el bando conservador, que tenía el apoyo de EEUU, y a favor de los liberales. A pesar de que las partes terminaron pactando, Sandino continuó su lucha junto a un pequeño ejército. Esta vez la lucha ya no era contra los conservadores, sino directamente contra la ocupación de EEUU.
Las fuerzas estadounidenses se retiraron y los enfrentamientos culminaron oficialmente en 1933, con la llegada al poder del liberal Juan Bautista Sacasa. El pacto de paz alcanzado implicaba el desarme de Sandino y su ejército.
Augusto César Sandino fue asesinado en la noche del 21 de febrero de 1934. Esa noche había cenado con Sacasa en el palacio presidencial de La Loma, en el marco del acercamiento que se gestaba desde hacía unos meses.
Sandino se retiró de la cena en un coche en el que también iba su padre, Gregorio Sandino, el historiador Sofonías Salvatierra y sus dos generales Francisco Estrada y Juan Pablo Umanzor. El vehículo fue sorpresivamente detenido por un grupo de soldados que detuvo al padre de Sandino y a Salvatierra y condujo a los otros tres a un terreno baldío, donde fueron ejecutados.
El asesinato fue planeado por el entonces jefe de la Guardia Nacional de Nicaragua, Anastasio Somoza García, que ya en ese momento contaba con el apoyo del Gobierno de EEUU.
9 de junio de 1936 – 1 de enero de 1937: Golpe de Estado y dictadura de Somoza
Tras el asesinato de Sandino, Somoza encabezó el golpe de Estado que derrocó a Sacasa. Tras el golpe, el 'somocismo' impuso en el Gobierno a Carlos Alberto Brenes Jarquín, que gobernó de forma provisoria hasta el 1 de enero de 1937, cuando le entregó el poder a Somoza.
A pesar de que fue sucedido por sus protegidos Leonardo Argüello Barreto, Benjamín Lacayo Sacasa y Víctor Román y Reyes, Somoza mantuvo el poder en Nicaragua hasta su muerte, el 21 de setiembre de 1956, cuando fue asesinado durante una fiesta por el poeta Rigoberto López Pérez.
El Gobierno de Somoza estuvo signado por el enriquecimiento propio y de su familia a costa de las clases populares y campesinas de Nicaragua, que se sumían en la pobreza. Durante toda su gestión, el dictador contó con un permanente apoyo del Gobierno de EEUU y de su presidente Franklin Delano Roosevelt.
La muerte de Somoza dejó paso al gobierno de su hijo Anastasio Somoza Debayle, que ejerció el poder bajo los mismos lineamientos que su padre. Tras permanecer en el poder entre 1956 y 1967, Somoza fue presidente en dos períodos, 1967-1972 y 1974-1979. El período de transición entre en ambos gobiernos correspondió a una junta de Gobierno que también respondía a sus intereses.
Carlos Fonseca y la creación del Frente Sandinista de Liberación Nacional
Mientras la familia Somoza se enriquecía, el empobrecimiento de las clases populares y el éxito de la Revolución Cubana en 1959 y del Frente de Liberación Nacional de Argelia en 1961 comenzaron a contagiar, especialmente, a jóvenes del movimiento estudiantil a nuevas formas de oposición al gobierno de Somoza Debayle.
Uno de ellos fue Carlos Fonseca Amador, destacado estudiante secundario y universitario que a mediados de los 50 ya participaba en varias organizaciones de jóvenes de izquierda. Fonseca comenzó a ser detenido periódicamente luego del asesinato de Somoza, ya que se lo vinculaba con el crimen.
La desilusión con las posturas moderadas de los opositores, la continuidad del somocismo y la necesidad de evadir la constante persecución llevaron a Fonseca a buscar nuevas formas de oposición. Así, en 1959 se integra a la columna guerrillera 'Rigoberto López Pérez', que sería masacrada luego en El Chaparral, Honduras.
Fonseca sobrevive y en 1961 funda el Movimiento Nueva Nicaragua, con células en Managua, León y Estelí. El joven ya reivindica entonces las ideas de Sandino y es así que promueve que pase a llamarse 'Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN)'.
1961-1979: las primeras acciones armadas del FSLN
De una forma similar a la de los revolucionarios cubanos, los integrantes del FSLN se asentaron en las montañas y en las zonas de Raití y Bocay, en la frontera con Honduras, como base de operaciones. Las primeras acciones armadas del FSLN, sin embargo, no fueron positivas. En 1967 y 1969 la guerrilla sufre derrotas por parte de las fuerzas de Somoza. En la última fue asesinado Julio Buitrago, uno de los referentes del movimiento.
Sin embargo, el descontento con el Gobierno de Somoza crecía y las acciones del FSLN se hacían cada vez más conocidas en las ciudades y entre los campesinos. La cobertura que el diario La Prensa hacía de su actividad popularizó al movimiento.
7 de noviembre de 1976: el asesinato de Carlos Fonseca
En hora de la tarde del 7 de noviembre, Carlos Fonseca se adentró en una zona montañosa en Zínica, con la intención de reunirse con algunos miembros del FSLN. Al llegar al punto conocido como Boca de Piedra, los guerrilleros fueron emboscados por efectivos de la Guardia Nacional, que abrieron fuego sobre ellos.
Fonseca fue herido en las piernas y quedó inmovilizado. Los guardias lo detuvieron y, aún después de capturado, lo ejecutaron. El cuerpo fue desaparecido por la Guardia y recién fue encontrado diez años después de la Revolución enterrado en un predio rural en Dipina, a varios kilómetros.
El asesinato de Fonseca fue clave para el FSLN, que en ese momento tenía tres corrientes: la 'Guerra Popular Prolongada', el 'FSLN Proletario' y el 'FSLN Insurreccional o Tercerista'.
Hasta la unión de las tres corrientes antes de la 'ofensiva final', la corriente 'insurreccional' fue la que tuvo más actividad.
1977 y 1978: las ofensivas del FSLN sobre Masaya y Managua
Entre 1977 y 1978, la corriente 'Insurreccional' llevó adelante dos operaciones importantes: la conocida como 'ofensiva de octubre', un asalto a un cuartel de la ciudad de Masaya, y la toma del Palacio Nacional del Congreso, cuando los guerrilleros retuvieron a legisladores nicaragüenses hasta que Somoza se vio obligado a permitir la liberación de presos políticos.
La toma del congreso fue dirigida por Edén Pastora, uno de los miembros más célebres del FSLN, conocido también como el 'comandante Cero'. Más tarde, Pastora se enfrentaría a Daniel Ortega y se convertiría en opositor a los gobiernos revolucionarios.
Comienzos de 1979: la toma de León y el repliegue en Masaya
El FSLN continuaba ganando poder y el 20 de junio de 1979 concretó una de sus victorias más resonadas: la toma de la ciudad de León, uno de los fuertes del somocismo. Las fuerzas sandinistas lograron sitiaron la ciudad y el 7 de julio pudieron tomar también el Fortín de Acosasco, desplazando a la Guardia Nacional.
El Gobierno de Somoza respondió al avance del FSLN con una mayor represión. En busca de los sandinistas, las fuerzas recrudecieron los crímenes sobre la población civil. El embate represivo fue clave para unificar a las facciones del FSLN, sumar más civiles y campesinos a la causa y alinear a la comunidad internacional contra Somoza.
En ese marco se produce, el 27 de junio del 79, lo que se conoció como el 'Repliegue táctico en Mayasa', cuando unas 6.000 personas, entre guerrilleros y civiles, dejan Managua para reunirse en Mayasa, a 27 kilómetros de la capital, para reorganizar la 'ofensiva final'.
17 julio de 1979: Somoza deja la presidencia y se exilia en Paraguay
La presión de la comunidad internacional terminó obligando a EEUU a retirarle el apoyo a Somoza y solicitarle su renuncia. El gobernante dejó la presidencia y abandonó el país con destino a Paraguay, donde más tarde adquirió una mansión y varias empresas. Fue asesinado en 1980.
18 de julio de 1979: Se instala la Junta Nacional de Gobierno en León
Tras el escape de Somoza, el presidente del Congreso, Francisco Urcuyo Maliaños, intentó ubicarse en el poder. Sin embargo, no tenía respaldo en la comunidad internacional que prontamente reconoció a la 'Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional' se instaló el 18 de julio en la ciudad de León, como el legítimo gobierno.
La Junta de Gobierno estaba encabezada por Daniel Ortega. También la integraban los sandinistas Sergio Ramírez y Moisés Hassan, además de los independientes Alfonso Robelo y Violeta Barrios de Chamorro, viuda del periodista Joaquín Pedro Chamorro y quien acabaría siendo una férrea opositora al sandinismo y gobernaría al país entre 1990 y 1997.
19 de julio de 1979: La Junta llega a Managua y se instala el Gobierno Revolucionario
Sin ningún tipo de respaldo político, Urcuyo decide seguir los pasos de Somoza e irse del país. La decisión dejaba el camino libre de la Junta de Gobierno hacia Managua, ya que la Guardia Nacional ya no enfrentaría a la revolución.
Con Ortega a la cabeza, el nuevo gobierno debió enfrentar la crisis económica y social que había dejado el somocismo y la confrontación con el FSLN. Entre las primeras medidas del gobierno estuvieron la nacionalización de las propiedades de la familia Somoza, la nacionalización de la banca y la reforma agraria, además de profundos cambios en la educación, la salud y la vivienda.