A los cinco minutos, las redes sociales detectaron que no era real y tuvieron que reimprimir el periódico. Lo que más le llamó la atención a Amorós fue que ninguno de los periodistas hubiera podido determinar que la foto era falsa antes de publicarla.
"El libro intenta explicar en qué consiste este fenómeno, cuál es su impacto, cómo funciona la propagación de noticias falsas en todo el mundo y cuál es el papel del periodismo y de los consumidores de información en él", señaló Amorós.
¿Por qué esas noticias son fáciles de creer?
Según el escritor, porque apelan a la emoción, "plantean las cosas como blanco o negro", y refuerzan preconceptos de las personas.
"Las fake news difunden información deliberadamente engañosa con un objetivo económico o ideológico. Apelan directamente al corazón, a nuestros miedos o indignación", explicó.
Las redes sociales juegan un papel muy importante en esto porque no es necesario ir en busca de la información sino que esta nos avasalla constantemente, muchas veces por parte de personas en las que confiamos.
De acuerdo a la consultora Gartner, para el 2022 la mitad de las noticias que leeremos serán falsas y actualmente el 70% de la gente recibe al menos una por día. Para Amorós no se trata de una moda pasajera sino de una realidad que llegó para quedarse. Su peligro radica en crear un mundo en el que "cada vez estemos más polarizados en torno a los grandes temas".
Para evitar que proliferen las fake news, plantea construir nuevas formas de periodismo que recuperen la confianza de la gente en los medios de comunicación. Al usuario común le recomienda desconfiar de noticias confusas o muy impactantes, que posean "grandes revelaciones escondidas".