La funcionaria recalcó que todo lo que se haga para superar la crisis "resulta positivo", y la Unión Europea "está de acuerdo en algunas cuestiones con las valoraciones de EEUU respecto a China, pero no coincide en los métodos".
"Las decisiones deben ser sistémicas, multilaterales, y deben basarse en las normas internacionales", dijo Malmstrom en una conferencia celebrada en París.
Washington y Pekín se enfrascaron en una guerra comercial después de que el presidente Trump anunciara en junio de 2018 la imposición de aranceles a las importaciones chinas con el fin de reducir el déficit comercial.
El 1 de junio, China incrementó del 5 al 25% las tasas a las mercancías estadounidenses por valor de 60.000 millones de dólares, varias semanas después de que EEUU elevara del 10 al 25% los aranceles a las importaciones chinas por 200.000 millones de dólares.
A finales de junio, al margen de la cumbre del G20 celebrada en Japón, el presidente estadounidense, Donald Trump, se reunió con su homólogo chino, Xi Jinping.
En la cita ambos mandatarios se comprometieron a reanudar las negociaciones, y el inquilino de la Casa Blanca prometió que no aplicaría nuevos aranceles a los productos del país asiático.