El abogado de Nizharadze, Georgui Kavlashvili, informó a los periodistas que el estudio de la documentación de Rustavi 2 a partir de 2014 muestra que "con un mercado publicitario creciente, la compañía declara haber recibido menos dinero de lo que ingresaba en realidad" y agregó que "puede deberse a que su director general comete abuso de poder" en la empresa.
Nizharadze promovió la iniciativa de despedir a Gvaramia después de los continuados insultos que se proferían desde el canal Rustavi 2 contra dirigentes rusos.
El presentador georgiano Gueorgui Gabuniya insultó al presidente ruso, Vladímir Putin, en el programa de televisión Post Scriptum.
Numerosos usuarios georgianos de las redes sociales condenaron ese acto y expresaron la preocupación de que se pudieran complicar aún más las relaciones ruso-georgianas.
La presidenta y el primer ministro de Georgia expresaron su rechazo a los insultos, la Cancillería del país la calificó como un intento dirigido a empeorar las relaciones bilaterales.
Putin: Georgia debería recordar la historia de Abjasia y Osetia del Sur https://t.co/1li7vdv60B
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) July 9, 2019
El Ministerio de Exteriores de Rusia lo consideró como "una bajeza sin precedentes" y "una nueva provocación de las fuerzas radicales de Georgia" y declaró que esperaba una reacción adecuada por parte de la comunidad periodística.
La Duma de Estado (Cámara Baja del Parlamento ruso) recomendó al Gobierno del país estudiar la conveniencia de introducir sanciones contra Georgia y dirigir la respectiva propuesta a Putin, pero el presidente ruso declaró que no impondría sanciones por respeto al pueblo georgiano.