Perú y otros países latinoamericanos que habían alcanzado altas coberturas de vacunación han experimentado retrocesos en los últimos años. El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa que en 2017 causó 11.000 decesos en todo el mundo.
Roberto Salvatella, experto en enfermedades transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Uruguay, dijo a Sputnik que "no en todos los países ni regiones las coberturas de vacunación alcanza importantes estándares de seguridad, ni siquiera cercanas a las que se deberían llegar y eso es una realidad de la que Latinoamérica no escapa".
"A esta triste realidad se suman también tendencias, que provienen de países desarrollados, como los grupos antivacunas que generan una baja en la voluntad de la inmunización, sobre todo en edades pediátricas, e influyen en padres mal orientados", agregó Salvatella.
Aunque a nivel global la OMS destaca que la cifra de niños vacunados sigue siendo mayor, los que se quedan sin recibir las dosis representan una cantidad excesiva.
El experto uruguayo explicó que una sola vacuna protege a quien la recibe y el conjunto de personas vacunadas ofrece protección a la comunidad, por ser refractarios a la transmisión del virus implicado.
"Cuando esto falla la persona genera un punto débil para su salud individual y para la de su familia, aumentando las posibilidades de transmisión de estas enfermedades", señaló Salvatella.
"Latinoamérica no es homogénea y en ese sentido —indicó el experto— obedece al mismo patrón". Por eso indicó que hay que seguir pensando en la inmunización como la gran herramienta indiscutible de salud que protege a personas de sufrimiento, secuelas, y muerte de enfermedades que se pueden prevenir.
La directora del Departamento de Inmunización de OMS, Kate O'Brien, alertó la importancia de renovar el compromiso de inmunización para garantizar que todos y en cualquier lugar sean vacunados a tiempo.
Según la OMS, la razón principal sigue siendo la falta de acceso a la vacuna en entornos de bajos recursos, mientras que los movimientos antivacunación juegan un rol secundario en esta situación.
También señaló como los casos más extremos los de 16 países que sufren conflictos armados o están en situación de fragilidad, donde sólo la mitad de los niños llegan a ser vacunados.
Desde 2010, la cobertura de inmunización con tres dosis de la vacuna contra la difteria, tétanos y tos ferina (DTP3), y una dosis de la vacuna contra el sarampión, se ha estancado en el 86%, una cifra todavía insuficiente si se piensa en el 95% global que se requiere.