"Partimos del hecho de que cuando hay conflictos no resueltos, todos deben abstenerse de movimientos que podrían agravar la situación, lo que incluye complicar significativamente el proceso político para resolver el conflicto", dijo el diplomático ruso al periódico Izvestia.
Al mismo tiempo, esto no significa que Rusia apoye las acciones de Turquía, que ha enviado sus barcos de perforación a la zona económica exclusiva de Chipre para extraer gas natural.
Moscú insiste en que el Consejo de Seguridad de la ONU debe abordar la solución del problema de Chipre. En particular, como dijo a Izvestia el embajador ruso en la república, Stanislav Osadchi, los miembros permanentes del Consejo de Seguridad podrían ser los garantes del acuerdo, a saber, el Reino Unido, China, Rusia, Estados Unidos y Francia.
Al mismo tiempo, parlamentarios turcos se sinceraron y explicaron al medio ruso que las sanciones de la UE causarán más daño político que económico.
"Harán mucho más daño político: Ankara siempre puede negarse a asociarse con la Unión Europea", dijo a Izvestia el diputado de la Asamblea Nacional Turca, Ozturk Yılmaz.
El 15 de julio, la Unión Europea aprobó sanciones contra Turquía. Las medidas restrictivas, en particular, implican una reducción en el financiamiento de Turquía. Además, se suspenden las negociaciones sobre la conclusión de un acuerdo de transporte aéreo integral, se suspende la celebración del Consejo de Asociación y se postergan otros diálogos de alto nivel entre la UE y Turquía.