El animal marino de tres metros de largo, apodado 'Freckles', tenía un anzuelo de pesca clavado en su ojo derecho. Si no se le removía el animal podría perder la vista o hasta morir por sepsis.
Según declaró a los medios el fotógrafo subacuático Jake Wilton, que trabaja como guía turístico en la zona, "parece que me reconoció y confiaba en que le ayudaría".
"Se iba acercando más y más, y luego empezó a desplegarse para mostrarme el ojo", admitió.
Tras varios intentos, Wilton logró sacar el anzuelo del ojo de Freckles, que permaneció completamente inmóvil durante toda la 'intervención quirúrgica'.
Según afirmó el biólogo marino Monty Halls, que presenció la escena, el animal "entendió absolutamente lo que pasaba".