Curiosamente, en el estudio fueron entrevistados tanto los veteranos que participaron en estas operaciones militares como los ciudadanos de a pie, y todos ellos coinciden en su opinión.
Así, un 64% de los veteranos que participaron en la guerra en Irak consideran que vistos los costes en relación a los beneficios para EEUU, esta operación militar no valió la pena. Mientras tanto, tan solo el 33% de ellos dijeron lo contrario. Al mismo tiempo, la opinión del público general es prácticamente idéntica: el 62% desaprueba la guerra en Irak mientras que el 32% se muestra a favor.
Una situación similar se observa en cuanto a la guerra en Afganistán, donde el índice de desaprobación fue de 58% y 59%, respectivamente.
Lo que es más, esta correlación se observa entre todos los militares sin importar su rango, experiencia o el hecho de haber participado en una de estas dos operaciones militares.
Con ello, la pertenencia a un determinado partido político podría ser un factor predictor de la actitud hacia estos conflictos armados. Se observa una tendencia clara en función de la filiación política, dice el informe. Según los datos, la mayoría de los que apoyan estas guerras son republicanos, mientras que los demócratas constituyen una minoría en este grupo.
Además, a los entrevistados se les preguntó sobre su opinión en cuanto a la Guerra en Siria, y la tendencia sigue siendo la misma: la vasta mayoría de ellos no apoyan esta guerra y opinan que no vale la pena.