Tena se vistió para la ocasión: gafas de sol, un parche en el ojo izquierdo y ropa sucia. En silla de ruedas y fingiendo una discapacidad se presentó en las oficinas. Nadie lo reconoció, a juzgar por que se le hizo "un nudo en la garganta" al ver cómo tratan a las personas los funcionarios públicos.
"Me dio coraje con las personas que están ahí trabajando y ganan un sueldo y tratan mal a la ciudadanía. Les di su buena leída de cartilla y les dije que no quería volver a saber que trataron mal a alguien", ha dicho a la prensa.
Y es que el alcalde había recibido quejas del maltrato recibido y no sabía "a quién creer, si al ciudadano o al compañero del trabajo", haciendo referencia a los funcionarios públicos que trabajan a sus órdenes, y de quienes ya había exigido un buen trato para los discapacitados.
🇲🇽 #NACIONAL #CarlosTena presidente municipal de Cuauhtémoc, decidió hacer un experimento social para solicitar ayuda en el ayuntamiento, sin embargo, parte de su propio personal lo rechazó y discriminó. pic.twitter.com/BUdZnC1Uud
— PeriódicoElNacional (@elnacionalred) July 6, 2019
Tuvo que darles "un jalón de orejas", ha reconocido, a quienes "quedaron helados al descubrir que era el presidente municipal el que estaba en la silla de ruedas". No lo reconocieron hasta que solicitó hablar con el alcalde, le dijeron que todavía no había llegado y le pidieron que esperase a una secretaria que nunca llegaba. Fue entonces cuando se levantó de la silla ante la estupefacción de los funcionarios.
Pasado el mal trago para sus trabajadores, organizó una reunión urgente en la que volvió a ser claro con ellos y les exigió, nuevamente, tratar bien a cualquier ciudadano. Dos meses estuvo planeándolo todo.