Se trataba de un artefacto de fabricación estadounidense de la Segunda Guerra Mundial con dos sistemas de ignición mecánica que pesaba aproximadamente 500 kilogramos y contenía 145 kilogramos de explosivos. La bomba fue descubierta en una zona de construcción situada cerca de la torre del Banco Central Europeo, cuyo valor se estima en 1.500 millones de dólares.
Tras el hallazgo del proyectil, las autoridades locales ordenaron que los residentes y empleados, que viven y trabajan en un radio de un kilómetro, abandonaran el área peligrosa desde las 8 de la mañana (hora local) y no regresaran hasta la tarde.
Un portavoz declaró que la zona euro no sufriría por la ausencia de apoyo al sistema de pagos.
"El funcionamiento del Banco Central Europeo no será afectado por la evacuación. Tenemos arreglos para que el personal trabaje desde otro lugar si esto fuera necesario", declaró.
Los descubrimientos de bombas de la Segunda Guerra Mundial no explotadas se producen frecuentemente en Alemania, especialmente en Fráncfort del Meno que experimenta un boom en la construcción. Para 1945, el 52% de la ciudad quedó totalmente destruida por los constantes bombardeos de la Fuerza Aérea de EEUU y la Real Fuerza Aérea del Reino Unido. Hace dos años 60.000 residentes de la ciudad fueron evacuados mientras que los zapadores desactivaban una bomba.