El Índice de consumo de electricidad de bitcoins de Cambridge (Cbeci, por sus siglas en inglés) intenta estimar la cantidad de energía necesaria para que toda la infraestructura de bitcoin siga funcionando (minería incluida), se actualiza cada 30 segundos y sus estimaciones se pueden ver en tiempo real.
Según esa herramienta, los bitcoins consumen ahora mismo 59,19 TWh (teravatio-hora) al año, una cifra superior a la de países como Suiza, que consume 58,46 al año.
De los 25.082 TWh que se producen en el mundo, los bitcoins representan el 0.24%; de los 20.863 TWh que se consumen, los bitcoins representan 0.27%, según datos de Cbeci.
En otras palabras: la cantidad de electricidad consumida por la red de bitcoins en un año podría alimentar a todas las calderas utilizadas para hervir agua en Reino Unido por 11 años; en la Unión Europea podría alimentarlas por un año y medio.
Teniendo estos datos en cuenta, se reabre el debate sobre la validez del bitcoin como moneda, ya que no pareciera que pueda convertirse en un medio de pago a corto plazo debido al alto coste energético de cada transacción.
Aunque es muy difícil saber cuánto se produce con energías renovables y por ende qué tanta contaminación está generando el mantenimiento y uso de bitcoins, un estudio de Digiconomist de agosto de 2018 señalaba que una transacción con bitcoin consume tanta energía como 100.000 transacciones con VISA.
A pesar del potencial daño ambiental que podría estar causando, el interés por los bitcoins no para de crecer.