"Nuestros principios cardinales para una solución a la crisis política en Venezuela parten de la no injerencia en sus asuntos internos, la inviolabilidad del Estado soberano y el respeto a la democracia, el Estado de derecho y la Constitución", afirmó en la cumbre el primer ministro de San Cristóbal y Nevis, Timothy Harris.
Harris reivindicó el espíritu de Caricom de respetar la soberanía y la autodeterminación de las naciones "en un mundo donde el derecho internacional y el multilateralismo están siendo socavados y los Estados pequeños son cada vez más marginados".
El premier caribeño reiteró que el llamado Mecanismo de Montevideo propone una guía para conseguir una solución pacífica a la crisis en Venezuela, a partir del diálogo, negociación, compromiso e implementación de acuerdos.
Valoró los esfuerzos del Gobierno de Noruega para acercar a las partes en un intento de acabar con el actual "impasse" en Venezuela y que la normalidad retorne.
"Venezuela es nuestro vecino, y nuestros Estados miembros se ven afectados por la crisis, para nosotros no es un juego de ajedrez geopolítico es una situación que afecta a millones de personas justo en nuestra puerta, fomentando la inestabilidad en nuestras ya frágiles economías y exacerbando la actividad criminal", alertó Harris.
El 5 de enero pasado, Juan Guaidó fue elegido presidente de la Asamblea Nacional (parlamento) de Venezuela, pero el 21 de ese mes el Tribunal Supremo anuló la designación, y dos días después el diputado opositor se autoproclamó "presidente encargado" del país.
No obstante, Guaidó fue reconocido de inmediato por EEUU, al que se sumaron unos 50 países.
Rusia, China, Cuba, Bolivia, Irán y Turquía, entre otros países, siguen apoyando al Gobierno de Maduro.
En tanto México y Uruguay se declararon neutrales y propusieron un diálogo entre las partes para superar la crisis, mediante el referido Mecanismo de Montevideo.