"Trataremos de entendernos mejor para salir de esa situación desfavorable, que surge tras los días 20 y 21 de junio, es indeseable para nuestras relaciones", dijo Karasin en una entrevista con la televisión georgiana Imedi.
El diplomático añadió que Moscú no quiere que las próximas elecciones en Georgia se celebren en un ambiente de ánimos antirrusos.
"Las manifestaciones, declaraciones antirrusas y lemas destruyeron todo, la imagen ha cambiado", dijo.
Además, agregó que Rusia no pone condiciones a nadie y si se normaliza la situación en Georgia reanudará la comunicación aérea.
Dijo que no es correcto aplicar la palabra "sanciones" a la reacción adecuada de Rusia ante las amenazas potenciales para sus turistas.
El diplomático reconoció que de momento no hay amenazas para los turistas rusos en Georgia, pero tampoco descartó que podrían surgir a causa de las declaraciones irresponsables que hacen sus dirigentes.
La tensión entre Rusia y Georgia aumentó en junio después de que durante la apertura de la 26 sesión de la Asamblea Interparlamentaria de la Ortodoxia (AIO) que aglutina a las delegaciones de 25 países, un grupo de radicales irrumpiera en el Parlamento georgiano y atacara al presidente del organismo internacional, el legislador ruso Serguéi Gavrílov.
Frente a la sede legislativa se produjeron choques violentos entre radicales y la policía, que utilizó balas de goma y gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.
La presidenta georgiana, Salomé Zurabishvili, declaró a Rusia "enemigo e invasor" del país y la acusó de aprovecharse de las protestas, que se saldaron con unos 240 heridos y más de 300 detenidos.
Obligado a regresar a Moscú junto con otros miembros de la delegación rusa, Gavrílov aseguró en una entrevista con el diario Kommersant que nunca había estado en Abjasia desde que proclamara la independencia de Georgia, ni participado en las hostilidades en el territorio de esta república, reconocida por Rusia en agosto de 2008.
Georgia rompió relaciones diplomáticas con Rusia tras el reconocimiento de la secesión de Abjasia y de otra antigua autonomía, Osetia del Sur.