A pesar de que su Gobierno inició formalmente el 1 de diciembre de 2018, AMLO decidió festejar su primer año en el cargo cinco meses antes, el día que se conmemoró un año de su elección como Presidente de México.
Con un acto público que demostró que el presidente aún cuenta con un amplio apoyo popular, dedicó 85 minutos a su discurso que repasó 35 temas entre proyectos, promesas y arengas.
Mientras tanto, la presencia de los dos empresarios mexicanos más poderosos del país – Carlos Slim y Emilio Azcárraga (Televisa) – reafirmó el apoyo que le ha brindado el poder económico local.
El discurso y la fuerza
Mientras Amlo festejaba en el Zócalo de la ciudad de México, comenzó el despliegue formal de la Guardia Nacional, con 70.000 elementos en 151 regiones del país.
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La controvertida fuerza creada por el Gobierno de López Obrador -que se anunció como un cuerpo civil de seguridad pero que se integró y está dirigida por las Fuerzas Armadas- estará presente también en la ciudad de México, algo que no había sucedido hasta el momento con el Ejército salvo en momentos de crisis, como el sismo del 19 de Setiembre de 2017.
Sin embargo, este tema quedó diluido en el extenso discurso que dio el Presidente, mientras caía sobre la multitud una de las lluvias finas del verano del hemisferio norte.
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Carla Morales es una mujer que vende gelatinas en el centro de manera ambulante y fue retirada durante el acto Presidencial. Explicó a Sputnik que está obligada a este trabajo informal porque su hijo menor tiene leucemia linfoblástica aguda infantil -un tipo de cáncer a la médula ósea- y que la atención que requiere el tratamiento de esta enfermedad gravísima no le permite conservar un trabajo formal.
A pesar de que el tratamiento de su hijo está cubierto por una fundación, ella trabaja para sostener el resto de su vida: su casa, comida, ropa. Relató a Sputnik cómo ha sido detenida por la policía local y enviada hasta 36 horas al "Torito" (una cárcel para faltas cívicas) incluso junto con su hijo enfermo.
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"Ya hasta me da miedo salir a vender mis gelatinas porque me tratan como si estuviera haciendo algo malo. Al niño le faltan dos años para terminar con el tratamiento del cáncer. Sólo pido apoyo para sacar adelante a mis hijos con un trabajo digno", expresó.