Los investigadores analizaron la composición química de las botellas de cerveza, vino y licores con tamaños de entre 50 ml y 750 ml que se venden en las tiendas.
El análisis de espectrometría de fluorescencia de rayos X reveló que de los vidrios de las 89 botellas analizadas, 76 dieron resultados positivos a niveles bajos de plomo y otras 55 dieron positivo al cadmio. Además se detectó cromo en todas las botellas verdes y UVAG, mientras que en las de color marrón el 40% presentó este químico. En tanto, no hubo evidencias en las transparentes.
Sin embargo, las concentraciones de los metales se consideran de bajo riesgo para el medioambiente y la salud.
Asimismo, la simulación de lluvia demostró que estos elementos químicos pueden desprenderse de los fragmentos de vidrio esmaltado y contaminar el medioambiente, por lo que podrían definirse como peligrosos.
"Siempre ha sido una sorpresa ver los altos niveles de elementos tóxicos en los productos que utilizamos a diario", dijo Andrew Turner, autor del estudio.
"Esta es solo una prueba más de que innecesariamente se están utilizando elementos perjudiciales cuando existen alternativas más ecológicas. El potencial de estas sustancias para filtrarse al suelo durante el proceso de desecho y reciclaje es un motivo obvio y adicional de preocupación", advirtió.
El estudio fue publicado en la revista Environmental Science and Technology.