Centenares de los manifestantes que protestaban contra las enmiendas a la ley sobre extradición asaltaron este 1 de julio por la noche la sede del Consejo Legislativo de Hong Kong, rompiendo los cristales del edificio y pintando las paredes de la sala de reuniones con llamadas a suspender las enmiendas.
"Como consecuencia de estos últimos incidentes, es aún más importante ejercer la moderación, evitar las respuestas provocadoras y participar en el diálogo y las consultas para encontrar una solución", dice un comunicado de Kocijancic publicado en la página web del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Subrayó que el pueblo de Hong Kong salía a las calles, "ejerciendo pacíficamente su derecho a reunirse y protestar", y que "las acciones de hoy de un pequeño número de personas que intentaron irrumpir en los edificios del Consejo Legislativo no es representativo de la mayoría de los manifestantes".
El Gobierno anunció el cierre de su complejo de edificios para el martes por motivos de seguridad después de que centenares de manifestantes irrumpieran en el Consejo Legislativo.
A principios de junio, más de un millón de personas tomaron las calles de Hong Kong para oponerse al polémico proyecto de ley de extradición que permitiría a Hong Kong entregar a prófugos a los territorios con los que no tiene acuerdos formales de extradición, como Taiwán, Macao y la China continental.
El 15 de junio el Gobierno suspendió el controvertido proyecto de ley, pero se negó a revocar por completo las enmiendas correspondientes.
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Las protestas se reanudaron el 22 de junio, pero no fueron tan grandes y pronto se calmaron.
Los que se oponen a los cambios temen que eso permitirá extraditar a la China continental no solo a los funcionarios corruptos fugitivos sino también a quienes expresan desacuerdo con la política oficial de Pekín.