"Hoy lunes [el 1 de julio] están llegando a La Paz tres expertos internacionales, con el objeto inicial de colaborar a los equipos nacionales que están enfrentando el problema del virus que hasta ahora no ha sido identificado", dijo a medios estatales la ministra de Salud, Gabriela Montaño.
El brote del supuesto virus fue confirmado la semana pasada y desató una ola de versiones contradictorias y denuncias en las redes sociales, antes de que las autoridades emitieran el 20 de junio, tras una reunión de emergencia encabezada por Montaño, un comunicado en el que llamaron a la tranquilidad ciudadana.
Los análisis de laboratorios locales descartaron que se trate de influenza, dengue, chikungunya y otros virus conocidos en el medio, por lo que se hacen nuevos estudios mientras se espera un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Atlanta, Estados Unidos, a donde se enviaron muestras.
"No es ninguno de esos, hay otras posibilidades diagnósticas que se tratan de descartar por laboratorio", dijo la ministra Montaño.
Temas relacionados: Casi 300 militares bolivianos en cuarentena por un brote de hantavirus
Agregó un técnico brasileño y dos estadounidenses, especialistas en infecciones, análisis de laboratorio y clínicos, debían llegar al país en las próximas horas, por gestiones de la Organización Mundial de la Salud.
Dos de los médicos que la trataron en La Paz presentaron luego síntomas como fiebres, cefaleas, malestares intestinales y progresivo debilitamiento, sin que se pudiera diagnosticar el tipo de enfermedad que los aquejaba.
Los dos médicos continuaban con diagnóstico reservado y en terapia intensiva este lunes, mientras las medidas de precaución, que incluían tratamientos con antivirales, se extendían a sus familiares y a varios vecinos de Caranavi que tuvieron contacto con la médica ahora fallecida.
Según publicó el diario Página Siete, que citó a familiares de los dos médicos internados, éstos se encontraban extremadamente debilitados.
El director del Servicio Departamental de Salud de La Paz, Ramón Cordero, afirmó el 1 de julio que "no amerita" la suspensión de la atención en ningún centro de salud de la ciudad ante el brote de la desconocida enfermedad.