"Entendemos que el siglo XXI es el siglo de los minerales no metálicos y creemos que Bolivia podría contribuir fundamentalmente al medio ambiente con la producción de las baterías de litio —para transformar la matriz energética tanto del diésel o la gasolina a parques automotores de electricidad—, y por lo tanto Bolivia se convertiría en un proveedor neto de baterías de litio", afirmó Quintana.
El ministro boliviano explicó que para lograr ese objetivo necesitan "desarrollar tecnologías de punta" y por tanto están obligados "a buscar los mejores aliados" entre las empresas "que ha desarrollado tecnología de punta en materia del litio".
"Los estamos discutiendo con Rusia, con China, con Alemania, con muchos países. Y por supuesto nuestro interés es tener los mejores aliados estratégicos para posicionar el desarrollo del litio", comentó Quintana.
Resaltó que el objetivo de Bolivia es diversificar su economía, gracias al aporte del litio, "de los hidrocarburos, del gas, del acero y por la economía agroindustrial, pero también por una economía de servicios, porque queremos construir el Corredor Bioceánico que nos permita unir el océano Atlántico con el océano Pacífico".
"Esta diversificación de nuestra matriz productiva, energética y de servicios va a transformar la cualidad geopolítica de Bolivia", acotó el ministro.
Según Quintana, "Bolivia se convertirá por lo tanto en un enclave de desarrollo tecnológico vinculado a la energía, a la energía no renovable, a la energía vinculada al gas y al petróleo".
El ministro de la Presidencia recalcó que su país "tiene una enorme potencialidad para el desarrollo de las energías no renovables".
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"La economía de Bolivia para los próximos años es muy prometedora, no solamente para el pueblo boliviano o para la región, sino también para los aliados con quienes decidamos a trabajar en una relación estrecha", vaticinó Quintana.