Notar que se empieza a caer el pelo es un motivo de preocupación y ansiedad para quienes lo padecen, ya que este forma una parte importante de nuestra imagen. Si los que lo sufren son jóvenes, las consecuencias en la autoestima pueden ser aún mayores. Por eso es bueno saber que no hay que resignarse y que existe solución.
Los trasplantes capilares son hoy el método más efectivo para combatir la alopecia androgénica, que al ser genética es la más frecuente. Las técnicas pueden aplicarse también a casos en los que las personas pierden pelo en un sector de su cabeza, producto de un accidente.
"Un trasplante capilar o microinjerto es una redistribución del cabello o autotrasplante. Es decir, sacamos pelos de una zona donde hay una alta densidad y los implantamos en una donde no hay, o hay poco", dijo el doctor Ney Arencibia, director de la Clínica Estética Arencibia en San Sebastián, España.
"En la alopecia androgénica no todos los folículos del cuero cabelludo son sensibles a la dihidrotestosterona, la hormona que ocasiona la caída del pelo. Por lo tanto, cuando los implantamos en el lugar requerido no se caen", explicó Arencibia acerca de por qué la técnica funciona.
No se recomienda realizar el microinjerto en el momento de mayor caída del cabello sino cuando se haya alcanzado cierta estabilidad. En cuanto a los efectos secundarios, puede presentarse picazón en la cabeza y en menos de un 1% de los casos podrían generarse infecciones, por eso es importante que lo realice un médico. De todas formas, se trata de un método seguro y efectivo.