"Rechazamos categóricamente todas las declaraciones sobre el carácter indiscriminado de los ataques de las fuerzas gubernamentales contra los blancos en Idlib", dijo el jefe del centro ruso, Alexéi Bakin, durante una sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Estos países, denunció, "a la vez hacen la vista gorda ante los crímenes de los yihadistas y las actividades terroristas en la provincia" de Idlib.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a facciones armadas de la oposición y a organizaciones terroristas.
Cientos de miles de personas perdieron la vida en ese conflicto.
La gobernación de Idlib fue ocupada en 2015 por varios grupos armados y organizaciones terroristas.
En virtud de los pactos entre las facciones insurgentes y Damasco, se fueron trasladando a Idlib los grupos que se negaron a abandonar la lucha armada durante las operaciones antiterroristas de Alepo, Homs, Guta Oriental, Deraa y Al Quneitra.
En 2017, Idlib pasó a integrar una zona de distensión patrocinada por Turquía.
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