Poco antes se informó que en la capital georgiana tuvo lugar un ataque contra el grupo de filmación del canal televisivo ruso Rossiya 24, unos desconocidos trataron de golpear al corresponsal y al camarógrafo.
"Exigimos que las autoridades georgianas garanticen la seguridad de todos los periodistas rusos que se encuentran en su territorio y de los nacionales rusos en general", subraya la nota de la Cancillería rusa.
El texto precisa que Moscú espera una pronta reacción de Tiflis ante lo ocurrido.
"Esperamos la reacción de las organizaciones internacionales gremiales y las ONG, sobre todo por parte del representante de la OSCE para la Libertad de los Medios de Comunicación, Harlem Désir", añade la nota.
El 20 de junio, durante la apertura de la 26 sesión de la Asamblea Interparlamentaria de la Ortodoxia (AIO) que aglutina a las delegaciones de 25 países, un grupo de radicales irrumpió en el Parlamento georgiano y atacó al presidente del organismo internacional, el legislador ruso Serguéi Gavrílov.
La presidenta georgiana, Salomé Zurabishvili, declaró a Rusia "enemigo e invasor" del país y le acusó de aprovecharse de las protestas.
Moscú rechazó categóricamente estas declaraciones y condenó la agresión contra la delegación rusa, que catalogó de "provocación rusófoba".
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Georgia rompió relaciones diplomáticas con Rusia en 2008 después de que el país europeo reconociera la independencia de Abjasia y Osetia del Sur, dos antiguas autonomías georgianas.
Ante el aumento de la tensión el Gobierno ruso suspendió los vuelos de las compañías aéreas rusas a Georgia y los de las aerolíneas georgianas a Rusia a partir del próximo 8 de julio.