"En el Día Mundial del Refugiado hemos amanecido con la terrible noticia de la muerte de 22 personas que se encontraban a la deriva en una patera en el Mar de Alborán y de las cuales se había alertado sobre su desaparición", lamenta CEAR en un comunicado.
El 18 de junio la organización no gubernamental Caminando Fronteras informó a las autoridades españolas de la presencia en el Mediterráneo de una embarcación vulnerable que se dirigía desde Marruecos a las costas de Andalucía (sur de España) con 49 migrantes a bordo.
La embarcación fue vista el 19 de junio por un ferri que se dirigía a Málaga, desde el enclave norafricano de Melilla, pero a su bordo se encontraban únicamente 27 personas.
Las autoridades españolas iniciaron la búsqueda de los cadáveres bajo la premisa de que las 22 personas desaparecidas fallecieron a bordo de la embarcación y sus cuerpos fueron arrojados al mar.
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En opinión de CEAR, el fracaso de las operaciones de búsqueda tras el aviso es una muestra de la incapacidad de la cooperación entre España y Marruecos en materia de rescate.
"Ante la tragedia de hoy, queda puesto en evidencia el fracaso del mismo", señala la organización.
Por ello, CEAR pide al Gobierno de España establecer, más allá de sus acuerdos con terceros estados, una estrategia de "protección real y efectiva" a los migrantes cuya vida corra peligro en el mar.
Según datos proporcionados por CEAR, en lo que va de año murieron 218 migrantes tratando de llegar a España.