El miércoles 12, los cancilleres de estos tres países debatieron en la capital de Túnez la situación en Libia.
Los ministros rechazaron cualquier interferencia extranjera en los asuntos internos de Libia y destacaron la importancia de continuar la coordinación de los tres países en la lucha contra el terrorismo.
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Libia continúa sumida en una crisis desde que el derrocamiento de su líder histórico, Muamar Gadafi, en 2011, derivó en violentos enfrentamientos entre facciones rivales.
No obstante, ese Ejecutivo no es considerado legítimo por la Cámara de Representantes, parlamento unicameral con sede en la ciudad de Tobruk (este), con un gobierno propio y apoyado por el Ejército Nacional Libio, liderado por el mariscal Jalifa Haftar.
En pasado abril, Libia entró en una nueva espiral de violencia después de que Haftar ordenara una ofensiva contra Trípoli para "liberarla de terroristas".