"La alternativa a un gobierno socialista es obligar a que los españoles vuelvan a votar", dijo el secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, en una conferencia de prensa.
El PSOE fue la formación más votada en las elecciones del pasado 28 de abril, en las que consiguió 123 de los 350 escaños que componen el Congreso de los Diputados, encargado de elegir al nuevo presidente del Gobierno.
Tras constatar que Pedro Sánchez es el líder político con más posibilidades de ser investido, el rey de España, Felipe VI, le trasladó el encargo de someterse a una sesión de investidura cuya fecha todavía no fue concretada.
Para salir elegido Sánchez necesitará el apoyo de la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados (176) en la primera votación de la sesión de investidura.
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En caso de fracasar, podrá ser investido en una segunda votación con una mayoría simple en la que el número de síes y abstenciones sea mayor que el de votos en contra.
Allí se encuentra la formación Unidas Podemos, que está dispuesta a apoyar la investidura bajo la condición de pasar a formar parte del próximo Gobierno, algo que no termina de gustar en el PSOE, que prefiere la formación de un Ejecutivo monocolor.
Ábalos hizo explícito el rechazo del PSOE a la propuesta de Unidas Podemos recordando que esa fórmula "no resuelve la investidura" porque, para salir adelante, ambos necesitarían el voto favorable de una amalgama de partidos regionalistas cuyas posiciones al respecto aún no están definidas.
En este escenario, el PSOE pide también "responsabilidad" a Partido Popular y Ciudadanos para actuar con "generosidad" y "facilitar la gobernabilidad".
"La alternativa es la repetición electoral", insistió Ábalos.
Sin embargo, ante la falta de apoyos para formar del Gobierno, Rajoy declinó la invitación del rey Felipe VI para someterse a una sesión de investidura.
En consecuencia, Felipe VI designó como candidato a la investidura a Pedro Sánchez, que no consiguió el apoyo del Congreso de los Diputados, lo que llevó al monarca a constatar la imposibilidad de un candidato viable y, en consecuencia, a disolver las Cortes Generales para convocar nuevas elecciones en julio de 2016.