Los cónyuges tuvieron que superar una carrera especial de obstáculos. En el camino a la meta, los participantes pasaron por una piscina con agua, una telaraña de cuerdas, una red de troncos y estructuras metálicas, así como una piscina con arcilla.
Las esposas podían ser llevadas en el cuello, en los brazos o incluso con la cabeza hacia abajo. La única regla decía que las mujeres no debían tocar el suelo con ninguna parte de su cuerpo.
Cerca de 50 parejas se inscribieron en el campeonato, una de las cuales resultó ser internacional. Estaba formada por jóvenes de Siria.
Este año el premio principal de 50.000 rublos (unos 800 dólares), que se puede gastar en electrodomésticos en la tienda del patrocinador del evento, fue para la familia de Iván y Svetlana Rizhovi.