Con la convicción de que los latinoamericanos todavía tienen falencias en ese campo, el economista y analista internacional Gustavo Girado dirige la 'Especialización en estudios en China contemporánea', un posgrado de la Universidad Nacional de Lanús que apunta a "promover el desarrollo de las capacidades de actores públicos y privados en su relacionamiento con la República Popular China".
Girado señaló que, en ese marco, las relaciones entre China y América Latina no pasan únicamente por lo comercial o de inversiones, sino también por "cuestiones de intercambio tecnológico, defensa, seguridad, posiciones ante organismos multilaterales e intercambio cultural".
El analista advirtió sobre el desafío al que debe enfrentarse Argentina y los demás países de la región: "La ausencia de recursos humanos capacitados para tratar de la mejor manera posible la agenda bilateral".
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Según Girado, es necesario que los negociadores con China puedan "interpretar su lógica" y aproximarse a la cultura china para ser más efectivos en su labor. En eso se enfocan las sesiones quincenales que se imparten en el marco del posgrado, tanto en la ciudad de Buenos Aires como en el campus de la Universidad Nacional de Lanús.
"Para tratar con orientales hay que tener un conocimiento particular que no está dado solo por la experiencia sino por entender cómo interpretan una serie de cuestiones que en Occidente interpretamos de forma diferente", explicó.
La participación de Girado en el Consejo Argentino de Relaciones Internacionales (CARI) y su experiencia en el ámbito permitió al académico acercar a las aulas a funcionarios de la Cancillería y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina, con experiencia diplomática en China y en negociaciones bilaterales con el gigante asiático.
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El plantel docente se complementa con empresarios y agentes dedicados al comercio con China, académicos especializados en el estudio comparado de instituciones públicas chinas y latinoamericanas y catedráticos de filosofía y letras que aportarán su conocimiento sobre la cultura y el pensamiento chino.
Según Girado, también es importante que los latinoamericanos tengan claro qué representa la región para la economía china. Particularmente en momentos en los que se discuten una mayor participación de la región en la iniciativa de la Franja y de la Ruta de la Seda, el ambicioso proyecto impulsado por Pekín para la interconexión por corredores logísticos de Eurasia, África e, incluso, de América Latina.
"Para ellos [los países latinoamericanos] son un gran todo homogéneo, proveedores de agroalimentos e insumos industriales, sobre todo energéticos. Tienen una mirada hacia nosotros más del tipo de la que tienen con África y bien distinta a la que tienen con el norte de Occidente", explicó.
Girado complementó que China ve en los países de la región "eventuales socios de largo plazo, países confiables proveedores indispensables para el desarrollo chino".
Negociar con funcionarios no debidamente formados puede facilitar "que los chinos aprovechen para llevar agua para su molino, en virtud de que conocen muy bien las carencias que tenemos por aquí". La falta de una agenda común en la región aumenta ese riesgo, añadió.
"Esas desavenencias o falta de formación tienen consecuencias y no son gratuitas", advirtió.
"Si los estados o instituciones públicas latinoamericanas no toman en serio avanzar con China con gente preparada, las consecuencias pueden ser tomar permanentemente la agenda que es propuesta, sin la posibilidad de contraproponer algo que podría ser más conveniente", sintetizó Girado.
De la mano de las relaciones comerciales, la colectividad china ha aumentado su presencia e influencia cultural en los países de América Latina. A las celebraciones tradicionales cada vez más visibles, se suma un crecimiento demográfico que ya pone a la colectividad china entre las más numerosas en Argentina, detrás de la paraguaya, la peruana y la boliviana, con más de 150.000 integrantes.
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Por otra parte, las cátedras del Instituto Confucio para la difusión de la lengua y cultura chinas proliferan en las universidades de la región, impulsadas por Hanban, la entidad del gigante asiático para expandir este tipo de conocimientos más allá de sus fronteras.
En un mundo cambiante, y signado por constantes novedades en la guerra comercial entre China y EEUU, el posgrado dirigido por Girado está preparado para que sus contenidos estén siempre actualizados y tener espacio para incluir visitas extranjeras o profesionales destacados.