Lo denunciaron a Radio Sputnik los intelectuales argentinos Carlos Pereyra Mele y Carlos Antonio Fernández, miembros del Centro de Estudios Estratégicos Suramericanos y del think-tank Dossier Geopolitico.
Apuntaron que desde Washington se observaba con una enorme irritación los procesos integracionistas como UNASUR, colmándose el vaso de la paciencia norteamericana al crecer vertiginosamente la interacción latinoamericana con países como China y Rusia.
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Desde entonces se empezó una auténtica ofensiva contra América Latina, una región considerada por EEUU como su depósito de recursos naturales, y de ninguna manera como un actor independiente.
"La UNASUR la han asesinado", constataron los analistas, al señalar que se trabaja también en impedir la creación de las infraestructuras que mejoren la "intercomunicación" de Latinoamérica. Como ejemplo, citaron los palos en la rueda del tren bioceánico, un megaproyecto ferroviario para conectar los océanos Pacífico y Atlántico a través de los territorios de Perú, Bolivia y Brasil.
Pero lo peor de todo es que se busca "introducir un conflicto bélico" en la región, donde a Venezuela se le atribuye el papel de la chispa que haga arder a toda América Latina a fin de que "retroceda muchísimos años".
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"Un conflicto bélico en Venezuela sería incendiar el resto de América Latina, se va a extender como una mancha de aceite sobre muchos países, y eso va a causar nuevas tensiones profundas de muchas cosas que están en cierto sentido apocadas, tranquilizadas, pero cuando estalle una crisis mayor, esas crisis pequeñas se transformarán en grandes crisis. Eso sería realmente catastrófico", advirtieron.