"Las perspectivas son muy buenas", dice a Sputnik Lopes. Hasta hoy los países africanos han exportado materias primas mientras que muchas investigaciones demostraban que a los africanos les salía a cuenta comerciar entre ellos porque la población africana no hace más que crecer. El acuerdo reduce en un 90% los aranceles de la mayor parte de los bienes de consumo.
"El mercado africano se está ensanchando y el consumo interno aumenta. África pasará por un periodo de industrialización porque consumimos sobre todo productos transformados o derivados. Hasta finales de 2020 se espera que el intercambio comercial en el marco del Tratado de Libre Comercio Africano comprenda el 52% del total de transacciones comerciales entre las naciones africanas y sus socios de otros continentes", explica.
Quien sepa situar sus productos dentro del área de libre comercio africano tiene ante sí un mercado de 1.200 millones de personas y un PIB de unos tres billones de dólares.
"Creo que el consumo interno va a seguir creciendo si entendemos la importancia de intercambio comercial dentro del continente", opina.
El proyecto integrador está dando sus primeros pasos y el camino de la integración africana se antoja largo, arduo y complicado. Tanto, que Lopes descarta en estos momentos todo plan de lanzar una moneda única en el continente que abrace los países ratificadores del tratado. Queda mucho hasta llegar a eso.
"La creación de una zona con una moneda única es un proceso muy complicado. Miren lo que pasa con el euro. Está pasando por una crisis precisamente porque existen ciertos criterios macroeconómicos que no están presentes en muchos de los países europeos. En África todavía estamos lejos de unificar los precios. Puede ser un objetivo a largo plazo. Por ahora son otras las prioridades", constata.
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