"Noventa y cuatro taiwaneses sospechosos de timos telefónicos (...) fueron repatriados de España a China bajo custodia de nuestras fuerzas de seguridad", indicó el Ministerio de Seguridad Pública de China en un comunicado.
En 2016 las fuerzas de seguridad de China recibieron la alerta de que en el territorio de España operaban varios puntos desde donde se estafaban a ciudadanos chinos haciéndoles creer que estaban siendo investigados por la Policía.
En muchos casos los timadores se embolsaban más de un millón de dólares.
Ese año las autoridades chinas crearon un dispositivo conjunto con la Policía española para investigar los hechos.
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Como resultado de la megaoperación fueron detenidos 237 ciudadanos chinos que residían en España, el monto de sus estafas ascendía a más de 17 millones de dólares.