"Respetamos sus puntos de vista, pero no son profesionales, no fueron objetivos, tan es así que Pemex no tiene ningún problema para reestructurar su deuda", dijo el jefe de Estado en su conferencia matutina.
Consideró además que la economía mexicana marcha bien, "no estamos de acuerdo con los dictámenes de las calificadoras, están utilizando una metodología caduca, del periodo neoliberal, que no incluye la variable corrupción, entre otras cosas".
"En tres años no hubo inversión en exploración ni en perforación de pozos, y calificaban como muy buena a Pemex, ahora que hay inversión la califican mal", cuestionó.
López Obrador respondió a los analistas que consideran como una tarea de largo plazo la lucha contra la corrupción, que cuesta al menos 10 por ciento la compañía y al presupuesto federal, que "están muy equivocados, ya no hay corrupción tolerada en México".
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También criticó a esas firmas internacionales por no tomar en cuenta que la compañía estatal está trabajando en 22 campos petroleros, que en tiempo récord estabilizó la producción de crudo, revirtió la tendencia a la baja de 15 años, y que "a finales de este año empezaremos a producir más".
Por primera vez en 17 años Pemex perdió el llamado "grado de inversión", cuando Fitch rebajó la calificación de Pemex desde la anterior BBB- a la menor BB+ considerado un "grado especulativo" o "basura" para los inversionistas, además de que cambio su perspectiva de "estable a negativa".
En cuanto a la deuda soberana de México, la calificación fue rebajada de BBB+ a BBB, pero con "perspectiva estable", dos grados arriba de la petrolera estatal.
La oficina del secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, calificó como "desafortunado que la agencia Fitch Ratings penalice doblemente el balance financiero del país".
Pero la cartera encargada de las finanzas públicas celebró que esa misma firma financiera "estabiliza la perspectiva de la calificación soberana de México, de negativa a estable".
En cuanto la calificación de Moodys sobre la deuda federal mexicana, Hacienda confirmó que "modificó la perspectiva de la calificación de estable a negativa con lo cual establece una línea de tiempo de 18 meses para una potencial revisión de la calificación".
Con respecto a Pemex, Moody"s también "realizó una revisión de la perspectiva de calificación de Pemex de estable a negativa".